sábado, 8 de octubre de 2016

HIJOS ILUSTRES DE ICA

CAPITAN FAP RENAN ELIAS OLIVERA

 

Nació en Ica el 2 de febrero de 1915. En 1944, cuando se produjo el conflicto con el Ecuador, nuestro ilustre iqueño participó activamente en defensa de la integridad del territorio peruano, como aviador de combate cumpliendo eficientemente las misiones de reconocimiento, bombardeo y hostigamiento que le encomendaron. Durante estas acciones bélicas hay que destacar los incontables actos de bravura de nuestros pilotos, que llevaron al sacrificio heroico a José Abelardo Quiñones y Renán Elías. El 7 de Julio de 1944 nuestros pilotos luego de bombardear un convoy de tropas ecuatorianas en Aguas Verdes, regresaban a su base, pero una bomba de cincuenta libras de mortífero poder había quedado atascada en el porta bomba bajo el ala de su avión, poniendo en riesgo a sus compañeros, separándose de la formación y enrumbó hacia el océano, segundos después se produjo la explosión destrozando al avión y al joven piloto de 26 años de edad, habiendo cumplido momentos antes con su gran deber como peruano : ¡Defender a la Patria!.

CATALINA BUENDIA DE PECHO

Cuando la patria está en peligro, la mujer peruana demuestra su valor en defensa de la Integridad Nacional. La bravura y heroicidad de la mujer iqueña se reflejan en la actitud indomable de Catalina Buendía de Pecho, nacida en el Distrito iqueño de San José Los Molinos; actitud demostrada ante el enemigo invasor en un pasaje de la cruenta Guerra del Pacífico. “El Cerrillo”, lugar estratégico ubicado en las inmediaciones de Los Molinos, fue el escenario donde esta insigne mujer, junto a un puñado de valientes iqueños, supo defender la dignidad de la Patria, sin más armas que su inquebrantable valor y la inmensidad de su amor por la tierra que la vio nacer.

ANTONIA MORENO LEIVA DE CACERES


Nació en el Distrito iqueño de San Juan Bautista, el 13 de junio de 1848. Esposa del Héroe de La Breña, Andrés Avelino Cáceres. Al estallar la Guerra del Pacífico, Cáceres llega a la cima de la celebridad y del heroísmo. Una vez iniciada la guerra con Chile, su esposa cuidaba sus dos hijas en Lima. El alto espíritu de patriotismo de doña Antonia la lleva a colaborar en las múltiples acciones al lado del Mariscal Cáceres, estando presente en las contiendas de Concepción, Pucará, Marcavalle y la gloriosa Batalla de Huamachuco. Falleció en 1916.
En las luminosas y ardientes tierras iqueñas, y muy probablemente en el primoroso pueblecito de San Juan Bautista, lleno de paz aldeana y de rústico encanto, muy cerca de la histórica Villa de Valverde, vino al mundo el 13 de Junio de 1848, en el seno de una antigua y conocida familia de honda raigambre en dicha región, doña Antonia Moreno Leiva y Luque, quien por dos veces llegara a ocupar la privilegiada situación que corresponde a las esposas de los presidentes del Perú y cuya vida rodeada de leyendas, se desenvuelve con firmes caracteres, dentro del marco de nuestra historia contemporánea estrechamente vinculada con la de aquella figura señera y fulgurante que en horas sombrías y trágicas para los destinos de la Patria concitara las esperanzas y los esfuerzos de un pueblo, radiante voluntad de sobrevivir a su desastre.

 Sus padres fueron don Fulgencio Moreno y doña Antonia Leiva y Luque, quienes poseían algunos bienes y ocupaban, consecuentemente prominente situación en su tierra natal. La niña, que era de fuerte complexión y despierta inteligencia, recibió en su casa las primeras nociones de labios de una acuciosa y sencilla maestra pueblerina y creció lozana y rozagante bajo la amorosa vigilancia de sus padres. Era ya una fresca muchacha quinceañera llena de atractivos, cuando vino con sus padres a conocer la capital, estremecida todavía por la honda conmoción y la nítida gloria del 2 de mayo y que despertara en la sencilla y curiosa jovencita provinciana una deslumbradora impresión y un estremecimiento de gozo, seguramente anuncio de que dentro de sus evocadores ámbitos habían de resolverse el destino de su vida.

 En efecto, en casa de unos parientes por línea materna no tardaría en conocer a un militar de arrogante presencia que acababa de ganar honrosamente en el Combate del Callao sus galones de Teniente Coronel y que lucía con más orgullo que estos, una cicatriz en el ojo izquierdo que pregonaba su valor y gloria militar conquistados desde su ingreso al ejército de 1854, en la revolución contra Echenique,  en la toma de Arequipa por Vivanco, en la campaña contra el Ecuador a órdenes del Presidente Castilla: Cáceres, futuro héroe de La Breña y que recientemente había afianzado su bravura y su prestigio como segundo jefe de la batería de Ayacucho y la gloriosa acción del 2 de mayo.
 Doña Antonia hallábase en todo el esplendor de su juventud, baja de estatura y de acusada y redondas formas, constituía el tipo clásico de la mujer de esa época. En su rostro de lechosa blancura destacaban sus inmensos ojos pardos de viva e inquisidora mirada y su boca fresca de labios sinuosos y delgado. El talle cimbreante y el ebúrneo busto y sus finas manos completaban su femenino encanto
 Tras un breve e idílico romance, ambos jóvenes deciden unir sus vidas en 1867, consagrando su matrimonio. Algún tiempo después, la juvenil pareja se traslada a la prócer ciudad de Ayacucho, cuna de Cáceres y en cuyas cercanías poseían sus familias vastas tierras. Doña Antonia une sus esfuerzos, en íntima y comprensiva conjunción a los de su marido, para hacer más productivas aquellas ricas haciendas y alterna así las actividades de su feliz hogar.
 Reincorporado al ejército, bajo el gobierno de don Manuel Pardo, Cáceres, su esposa y sus dos primeras hijas de tierna edad, a las que doña Antonia prodiga caricias y regalos, se instala en la espaciosa casa colonial situada en la Calle de San Idelfonso y que la señora había heredado de su madre en donde reanuda su tranquilidad y cordial vida de familia.
 Al estallar la Guerra del Pacífico, se ponen de resalto las grandes cualidades de Cáceres, que llega en ella a la cima de la celebridad y del heroísmo. Una vez iniciada la guerra co Chile, ella cuidaba sus dos hijas en Lima, mientras su esposo escribía con sus acciones páginas de glorias en el Sur. Después de la Batalla de Miraflores y como consecuencia de la cual se produjo la caída de Lima, encontró herido a su marido en el Puesto de Socorro de San Carlos en donde procedió a sacarlo para evitar que cayera en manos enemigas. Doña Antonia se consagraba con fervor y pasión a acumular armas y pertrechos para enviarlos a Cáceres que organizaba su ejército, con prodigiosa actividad y sangre fría, incrementa día a día su improvisado arsenal con varios ardientes patriotas resueltos a secundar la campaña de Cáceres, don Carlos Elías, el Obispo Tordoya, el señor Luna Peralta, entre otros, para acordar y coordinar el aprovisionamiento del ejército de la resistencia. Para ser más fácil su labor, alquila una casa en la calle de la Universidad cercana a la botica.
 Cierto día, el enemigo, tiene vagas sospechas de estas reuniones clandestinas, cae de sorpresa en la botica en momento en que una de ellas se realizaba. Todos logran escapar; doña Antonia, con pasmosa serenidad, se oculta tras la mampara, logrando no ser vista. Así, el monseñor Tordoya consiguió un cañón y doña Antonia tuvo la extraordinaria ocurrencia de desarmarlo y hacerlo transportar dentro de un ataúd.
 En el jardín botánico habían enterrado muchas armas y municiones y doña Antonia y el doctor Colunga, escarbaban bajo las sombras nocturnas extrayéndolas del suelo del jardín que luego transportaban hasta la casa de la Universidad. Una fiel sirvienta de la señora Cáceres, morena alta y delgada que llevaban en cada viaje, ocultó bajo las largas polleras dos rifles y una buena cantidad de municiones disimulada entre un cesto con legumbres. Doña Antonia resuelve transmitir personalmente este deseo a su marido. Deja sus hijas al cuidado de las madres de San Pedro y acompañada por don José María Corbachó y su esposa se dirigen a Chosica donde encuentran a Cáceres quien, a principio, la recriminó por este inesperado viaje; pero cuando se entera de la misión que la lleva, lo aprueba admirando el carácter de su mujer. Hallándose en Chosica recibe falsos testimonios de que sus hijas habían sido detenidas por los chilenos y de inmediato retorna a Lima desesperada, felizmente llega sin dificultad y puede comprobar la inverosimilidad de la noticia, pues sus hijas se hallaban sanas y salvas en el colegio de San Pedro, donde las había dejado. Es, así pues, que, su alto espíritu de patriotismo lo lleva a doña Antonia a colaborar en las múltiples acciones al lado del Mariscal Cáceres, estando presente en las contiendas de Concepción, Pucará, Marcavalle y la gloriosa Batalla de Huamachuco.
Posteriormente, vivió en Italia e Inglaterra al lado de su marido, en cuyos países fue nombrado Cónsul del Perú. Falleció en 1916.

RAUL PORRAS BARRENECHEA

 

Historiador, diplomático, parlamentario y maestro universitario, nació en Pisco, Ica en 1897 y falleció en 1960. Fue, por excelencia, maestro de peruanidad, guía de los peruanos en los derroteros de la historia alucinante del Perú, investigada con minuciosidad, sacrificio y verdad, planteada y descrita con amor y poesía, proyectada hacia el futuro. Porque así investigó, escribió, predicó y proyectó la historia, Raúl Porras Barrenechea, quien fuera Canciller de la República, senador por Lima, erudito y valiente defensor de la integridad nacional, brillante escritor de sobria elegancia en el lenguaje, diplomático, acucioso investigador, incisivo polémico, notable profesor universitario y prominente demócrata. Ha dejado una lección de peruanidad que todas las generaciones deben aprender.

JOAQUIN LUNA VICTORIA

Como historiador fue depositario de la tradición verbal y escrita de Ica; durante el primer tercio del siglo XX, bajo el seudónimo de “El Viejo de la Montaña”, engalanó los diarios locales con sus bien documentados artículos de historia iqueña. Colaboró en “La Voz de Ica”. Fue alcalde ejemplar de Ica. Falleció el 5 de noviembre de 1933.



CESAR FERNANDO ELIAS AGUIRRE



Nació en la hacienda Santa Rita – Ica, el 23 de octubre de 1871. Fue ejemplo de trabajo y abnegación. Ocupó importantes y diversos cargos políticos, tanto en Ica como en Lima y Europa, cumpliéndolos con dedicación y eficiencia, provocando la admiración de sus contemporáneos. Fue, además, un eminente político, de oratoria elegante y de gran fluido lingüístico, cualidades que supo explotar en beneficio de su pueblo. Entre los cargos más destacados fueron como Cónsul en Europa, Prefecto del Departamento de Ica, Alcalde de la ciudad de Ica. También trabajó sus fundos como Santa Rita y Los Tronquitos. Viejos campesinos que sobreviven aún recuerdan con nostalgia la figura filantrópica de don César Elías Aguirre, por su actitud humanista que desplegó a favor de los campesinos iqueños. No solamente dio tierras a pequeños parceleros de Pueblo Nuevo, Tate y Santiago, sino que les proporcionó semillas y ayuda técnica, y lo que es más creó fuentes de trabajo para dar ocupación a muchos que deseaban dedicarse a la actividad agraria. Murió en Ica, un 14 de abril de 1947.

CARLOS CUETO FERNANDINI



Nació en Ica el 11 de noviembre de 1903 y murió en Lima en 1968. Ha sido uno de los más destacados maestros peruanos del siglo XX. Lo fue en todos los actos de su vida por vocación indeclinable, por la amplia labor pedagógica, por el ejemplo para la juventud a la que se consagró plenamente como profesor de enseñanza secundaria y, sobre todo, en las universidades, tanto como en la Universidad Católica donde dictó el curso de Historia de la Pedagogía y en la Universidad de Lima de la que fue uno de los fundadores y Vicerrector hasta que se produjo su deceso. Uno de los más bellos documentos que redactó fue su famosa “Oración al Maestro” del que reproducimos algunas expresiones : “ Es maestro todo aquél que sea capaz de trabajar empeñosamente en servicio de un ideal, el fruto de su trabajo; todo aquél que se sienta enriquecido; todo aquél que crea firmemente en que el destino del hombre puede ser siempre otro mejor; todo aquél que quiera aprender lo nuevo sin declinar lo antiguo. 

FRANCISCO PEREZ ANAMPA

Nació en Ica el 9 de marzo de 1902. Nuestro querido “Panchito”, como cariñosamente se le llamaba, fue compositor y folclorista, ha dejado composiciones desde 1928; todas ellas inspiradas en temas nacionales e iqueños, como la popularísima y alegre polka “A la Huacachina” que no morirá mientras haya espíritus iqueños que la entonen con cariño. En una de sus grandes facetas de artista escribió “Crónicas sobre Costumbres del Folklore Iqueño” todas ellas publicadas en los diarios “La Opinión” y “La Voz de Ica”, e ilustradas por el escultor y pintor iqueño Víctor Pacheco Cabezudo. Entre las más conocidas tenemos: “Antiguas Casonas Iqueñas”, “El Ponche de las Siete Leches”; “La Banda de los Negritos”, “Villancicos Iqueños”, “Al que me da de comer gato lo mato”, esta última dedicada a don Julio Vargas, y finalmente “Los Tipos Populares de Ica”. Falleció a los 67 años de edad, el 27 de agosto de 1969.

EL PRIMER ALCALDE DE ICA JUAN JOSE SALAS

 

 Nació en Ica el 9 de Mayo de 1792, hijo del maestre de campo don Rafael Estanislao Salas y doña Lorenza Juliana Bernales, y recibió el sacramento del bautismo en la parroquia de San Jerónimo de Ica (hoy Jesús María) . A la temprana edad de 15 años, Salas se casó con su prima María Josefa Ocharán, más joven que él, 13 años de edad; establecieron su hogar en su hacienda de Macacona.
 En 1820, el Perú inicia si independencia promovida por Don José de San Martín y su Expedición Libertadora, cuando ya don Juan José Salas era Alcalde de Ica, y como tal se unió a la causa independentista y junto con él otros jóvenes iqueños. Con el decidido apoyo del pueblo iqueño dieron el primer grito de libertad.
 El escritor iqueño Alberto Casavilca en su famosa arenga “En Ica Nació la Patria”, describe magistralmente la obra de Juan José Salas “... Aquí nació la patria, cuando la ciudad de Ica representada por el ayuntamiento que presidió el joven Alcalde don Juan José Salas, a la hora providencial de la emancipación, salió hasta las afueras de la ciudad a recibir en brazos al ansiado Ejército Libertador del General Arenales, para pronunciarse por la causa de la libertad americana. Aquí nació la patria, cuando el mismo egregio Alcalde Salas, reunió en el local de Cabildo que fue de españoles, pero cuyos regidores eran patriotas iqueños, para hacerles firmar el Acta Inmortal, por la que juraron solemnemente independizarse del gobierno español y de cualquier nación extranjera. Aquí nació la patria, cuando en una mañana primaveral del 21 de octubre, amaneció para nosotros el Sol de la libertad, porque ese día se congregó el pueblo iqueño presidido por el libertador Arenales, para proclamar públicamente, ante la faz del poderío virreinal, que comenzaba el reinado de la patria libre, al mismo tiempo que el magno libertador ordenaba, desde Pisco, que se izara por primera vez el bendito bicolor, como símbolo que anunciara al mundo que en ese instante nacía el Perú independiente ”.
 Por su notable decisión de luchar por la Independencia, San Martín nombró a Juan José Salas, Gobernador Político de Ica, quien inmediatamente organizó un batallón para reemplazar a las fuerzas de Arenales que tenían que dirigirse a la sierra. Como Ica estaba amenazada por las fuerzas realistas, tanto por el norte como por el sur, se acordó que las tropas patriotas salieran de la ciudad sin hacer resistencia, ya que no contaban con armas suficientes ni preparación para luchar; mas así, los iqueños pelearon, pero perdieron.
 El gobernador político Juan José Salas, mediante carta dirigida al Virrey le propuso la ocupación pacífica de la ciudad; la comunicación fue interceptada por los patriotas, por lo que Salas fue acusado de traidor, siendo desterrado a Chile. San Martín, después de la proclamación de la Independencia del Perú, mandó tropas a Ica a cargo del general Domingo Tristán, pero también fue derrotado por el general realista Canterac, en la batalla de Macacona, el 7 de abril de 1822.
 Salas permaneció mucho tiempo en Chile hasta que regresó al Perú, poniéndose a las órdenes del Presidente Marqués de Torre Tagle quien lo nombró su edecán con el grado de Coronel; pero al enemistarse Torre Tagle con Bolívar, Salas fue perseguido. Este se radicó en Nicaragua, de la que volvió al Perú al cabo de muchos años, a ocupar altos cargos en el gobierno.
 Sus méritos personales y sus valiosos servicios prestados a la causa de la libertad, le valieron ser ascendido al alto grado de General de Brigada.
 Juan José Salas murió en su hacienda Macacona en 1847. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio de Luren del que fueron después trasladados al Templo de San Francisco. Hoy descansan en el Cementerio de Saraja en cuyo Mausoleo se lee en la placa la siguiente inscripción: “A la memoria del benemérito general de Brigada y consejero de Estado Juan José Salas”.

RELACION DE ALCALDES DE LA PROVINCIA DE ICA

01. Sr. Nicanor León     19 de Junio de   1873
02. Dr. Manuel Federico Ocampo  16 de Diciembre de  1873
03. Sr. Nicanor León    15 de Marzo de  1875
04. Sr. José Manuel Manzanilla  17 de Diciembre de 1875
05. Sr. Alfonso Gonzáles del Villar  04 de Enero de   1877
06. Dr. Manuel Federico Ocampo   20 de Enero de   1884
07. Dr. Manuel Pineda Moreno  06 de Setiembre de  1884
08. Dr. José León    01 de Febrero de  1885
09. Sr. Guillermo Garland   02 de Junio de 2004 1886
10. Sr. Juan Francisco Cabrera  25 de Noviembre de  1880
11. Sr. Julio Picasso     02 de Diciembre de  1890
12. Sr. Julio T. Picasso   24 de Diciembre de  1891
13. Sr. Juan Francisco Cavero  01 de Abril de  1893
14. Sr. Julio T. Picasso   31 de Diciembre de 1894
15. Dr. Raúl D. Boza    22 de Abril de   1895
16. Dr. Manuel Federico Ocampo   06 de Marzo de   1896
17. Dr. Raúl D. Boza    05 de Abril de  1901
18. Dr. Juan de Dios Quintana  03 de Marzo de   1903
19. Dr. Augusto Ríos    15 de Abril de   1904
20. Sr. J. Alfredo Picasso   01 de Enero de   1906
21. Dr. Enrique Villa García   01 de Enero de   1909
22. Sr. J. Alfredo Picasso   01 de Enero de   1910
23. Dr. Enrique Villa García   01 de Enero de   1912
24. Sr. Julio T. Picasso   01 de Enero de  1913
25. Sr. J. Luna Victoria   01 de Enero de  1914
26. Sr. Ezequiel Balbín   01 de Noviembre de 1914
27. Sr. Carlos Moyano    01 de Enero de   1917
28. Sr. Coronel Agustín D. Zapata  01 de Enero de   1918
29. Sr. César Elías    01 de Enero de   1919
30. Sr. Manuel Cockburn   18 de Febrero de   1920
31. Sr. Alfredo Picasso   15 de Agosto de  1920
32. Sr. César Baiocchi    15 de Junio de   1922
33. Sr. Ezequiel Balbín   08 de Marzo de   1924
34. Dr. José Félix Cueto   07 de Agosto de  1925
35. Dr. José M. López Luna Victoria 11 de Febrero de  1927
36. Sr. Eudosio R. Tolmos   14 de Marzo de  1927
37. Sr. Felipe de Osma Porras  09 de Diciembre de  1927
38. Sr. Desiderio Silca    09 de Diciembre de 1930
39. Dr. Ezequiel Balbín   22 de Mayo de   1931
40. Dr. José Picasso Peratta   02 de Enero de  1933
41. Sr. Carlos Saponara   27 de Marzo de  1937
42. Sr. Guillermo Sánchez Guilnet  28 de Marzo de  1940
43. Dr. Alejandro Baiocchi Silva  19 de Junio de   1941
44. Dr. Luis Piccone Mejía   18 de Diciembre de  1944
45. Sr. José Oliva Razzeto   27 de Setiembre de 1945
46. Dr. Enrique Villa García   12 de Marzo de   1948
47. Sr. Luis Gereda Piccone   25 de Julio de   1948
48. Dr. Félix Torrealva Gutiérrez  17 de Febrero de   1949
49. Dr. Enrique Villa García   04 de Abril de   1950
50. Sr. Luis Goytisolo    05 de Enero de   1954
51. Sr. Honorio Ríos Elejalde  11 de Enero de  1955
52. Dr. Felipe A. Ferreyra    13 de Diciembre de 1955
53. Sr. Miran Pinillos Murguía  26 de Enero de   1956
54. Sr. Víctor Bernales   07 de Setiembre de 1956
55. Sr. César Villa García H.   30 de Enero de   1960
56. Sr. Luis Gereda Piccone   21 de Marzo de  1963
57. Sr. José Oliva Razzeto   01 de Enero de   1964
58. Dr. Guillermo Villar Ríos  02 de Enero de   1970
59. Sr. Alfredo Elías Vargas   25 de Mayo de  1974
60. Sr. Manuel Pablo Arnao Massa  20 de Mayo de  1977
61. Dr. Augusto Hernández Mendoza 16 de Octubre de  1978
62. Ing. José Panizo Mariátegui   21 de Enero de  1980
63. Sr. Raúl Sotil Galindo   11 de Setiembre de 1980
64. Sr. José Barco Massa   02 de Enero de  1981
65. Sra. Rosa Elena Zárate de Carbajal 02 de Enero de   1984
66. Econ. Aquiles Cavero Donayre  02 de Enero de  1987
67. Dr. Marco A. Arbulú Gavilano  02 de Enero de  1990
68. Lic. Rosa Elena Zárate Sánchez 01 de Marzo de  1993
69. Lic. Pedro Carlos Ramos Loayza 01 de Enero de   1996
70. Sr. Oscar D. Sánchez Dulanto  01 de Enero de  1999
71. Dr. César A. Miranda Correa  12 de Octubre del  2000
72. Sr. Luis Oliva Fernández Prada  01 de Enero del   2003
73. Lic. Mariano A. Nacimiento Quispe  01 de Enero del   2007

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